
entonces
desde lo alto de mis emociones
llegaron azules a mi cama,
los sueños.
que pulcros y disimulados
se fueron metiendo en mi inconsciencia.
Me hicieron recorrer antiguos parajes,
ponerme vestidos largos,
sentarme muy quieta
mirando a través de una ventana,
para después despertar...
mirando sola al cielo